Los lingüistas han descubierto que los acentos estándares le otorgan numerosas ventajas a los hablantes. Con acentos estándares me refiero a aquellos que han sido institucionalizados por las escuelas de idiomas en todo el mundo (ya sea la variante RP en Europa respecto al inglés o la estándar en América; en cuanto al alemán se enseña la variante "Hochdeutsch"). Parece que el verdadero motivo de dichas variantes se relaciona con el prestigio que éstas adquieren. Según diversos estudios, los británicos con diversos acentos prefieren la pronunciación RP sobre los que ellos emplean en la vida diaria, sin importar su ciudad de procedencia. De ahí que los lingüistas concluyan que existe un desprecio inherente hacia el lado vernacular de la lengua. Las variantes RP y Hochdeutsch implican una educación de nivel superior y, por lo tanto, son más agradables al oído. En las escuelas finas de Gran Bretaña los profesores se encargan de borrar cualquier tipo de acento que los estudiantes pudieran emplear (no estoy muy seguro respecto a los colegios en Alemania, pero el Hochdeutsch se emplea en los medios de comunicación masivos). Al eliminar el acento propio se obtienen numerosas ventajas, tales como la accesibilidad a mejores empleos, un mejor estatus sociológico, mejores opciones de vida. En la BBC jamás permitirían que una persona con un working class accent tipludo y gangoso hablara frente a un micrófono, más bien la mandarían a escribir las noticias, en el mejor de los casos. En este país, la aplicación de dicha política perjudicaría gravemente a los noticieros de Televisa y TV Azteca, pues casi no habría reporteros, pero las salas de redacción estarían sobrepobladas.
En fin, si uno quiere acceder a niveles superiores, se deben eliminar los rastros que puedan delatar el lugar de procedencia. Esto no sólo lograría evitar el encasillamiento y la discriminación, sino que provocaría la admiración de los otros por el simple hecho de dominar un idioma totalmente ajeno. Hace unos días tuve la oportunidad de entablar conversa con una mujer de Frankfurt y, para mi alegría, no sólo me dijo que tenía un buen nivel de lengua, sino que también poseía una ventaja muy rara en sí misma, la carencia de acento al hablar en su idioma. Esto no significa que hay que imitar un acento totalmente fuera del contexto personal, pues la única forma de adquirirlo sería viviendo en un entorno en el que predominara, sino que hay que hacer lo posible por eliminar los rasgos de la lengua materna al hablar en otro idioma. En este ámbito la fonética juega un papel crucial, pues eso define el grado en el que se podrá dominar una lengua. Basta con poner un poco de atención y saber hacer las distinciones. No es algo imposible
Die Schönste Krankheit des Weltalles
Mr. Murphy Says It Better
Acknowledgements
jueves, 11 de junio de 2009
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Still Life
Lyrics: Joakim Montelius
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