Vendetta!!

Sé que estoy muy poco actualizado, pero la temporada de cacería de focas comenzó hace unos días. Y lo más curioso es que un país del así llamado primer mundo lo permite, lo cual llena de muda indignación a todos los que creemos en la filosofía-cliché de "vive y deja vivir". Sin embargo, la masacre sucederá, nos guste o no (aunque si tuviera la plata suficiente para volar a Canada y sabotear la cacería, lo haría con mucho gusto).

No obstante, he aquí un link que nos ayudará a desquitarnos emocionalmente:

http://www.imitable.com/juegos/play/2305/la-foquita

Freedom of State...Finally

Hace mucho tiempo,en aquellos días que hoy difícilmente logran divisarse,se dio un debate-conversación sobre el destino y el papel que juega en numerosos aspectos. En aquél momento se utilizó la Eneida como punto de referencia, pues se pretendía concluír si el Destino era mucho más poderoso que los mismos dioses. Sin embargo, no le veo el caso mencionar algo de por sí obvio --a menos que alguien todavía no la haya leído--, pues poco (nos) importan los dioses, siendo el nivel humano lo que nos concierne.

Cuando abordamos la actitud del protagonista surgió un cuestionamiento peculiar: la resignación como forma de vivir con las circunstancias y consecuencias del destino propio, para cumplirlo con la frente en alto. Al principio remarqué que, si bien Eneas cumplía con la profecía, no dejaría de ser una marioneta de su propio destino.Aunque todos cumplan con sus respectivos destinos, nadie tiene el control absoluto de su vida (recientemente he comenzado a especular sobre la existencia de alguna fuerza superior que bien puede traernos experiencias maravillosas o convertir nuestra moral y autoestima en pomada, de ahí la razón de este escrito).No existen,desafortunadamente,oráculos a los cuáles acudir en los peores momentos de crisis --además, las chicas drogadas no parecen una opción muy confiable--,y, por lo tanto,no parece habere sino dos opciones: (1) vivir con angustia recurrente --la cual puede provocar ataques de pánico a mayor o menor plazo-- o (2) aceptar las bofetadas circunstanciales como los valientes sólo saben hacerlo. Dado que la segunda opción es, personalmente, la más digna de todas, la única forma de lograrlo es a través de la maravillosa resignación.

Si bien las circunstancias parecen devorarnos o aplastarnos por completo, hay que tener en cuenta que "la ley de Murphy y sus posibilidades ponen todo en perspectiva, siempre y cuando éstas no se cumplan".No obstante,nuestra naturaleza con frecuencia nos lleva a regodearnos en el tradicional all that could have been si nuestras expectativas se derrumban --sobre todo cuando el panorama tiene muy buena pinta.Sin embargo, el tiempo es también un filtro que pone todo en perspectiva y, una vez que todo vuelve a tomar forma, alcanzar la resignación es más sencillo.

La naturaleza de la resignación quizá es un tanto ambigua, pues si bien puede significar aceptar las cosas como son, también puede implicar la pérdida parcial o total de la esperanza que,nos guste o no,alimenta nuestra voluntad de seguir intentando. Cuando los eventos muestran que nada favorable sucederá, la resignación demuestra ser un buen supresor de la a veces molesta esperanza (por algo muchos dicen que es un mal) de que algún día podremos controlar nuestras vidas como nos plazca. Una vez que uno reconoce que éso está más allá de nuestro alcance, las cosas son más claras. Dicho de otra forma, la resignación nos libera de la pesada carga llamada Posibilidad, la cual nos hace creer que podemos evadir al destino, aún si vemos que todo indica lo opuesto.

Al deshacerse de la agobiante Posibilidad, uno logra por fin aceptar lo que uno tiene, sin lamento alguno, como lo hacen todos aquellos que se jactan tener coraje suficiente. Quizá esto implique la pérdida de la esperanza, pero uno por fin logra obtener la libertad interior para no apegarse a planes que no llegan a tomar forma. Sin la sensación de libertad jamás podremos enfrentar las cosas con la frente en alto. Si uno está condenado a ser un perdedor,lo único que jamás debe perderse es el estilo.Cuando Eneas se somete a su destino,sus cuestionamientos y su miedo desaparecen y se prepara para algo grandioso.Sin importar las características de nuestros destinos, la resignación ante ellos son una medida preventiva excelente.Cuando uno entiende el potencial de la resignación, ya nada puede sorprendernos.

"In the beginning, God created the heaven and the earth...

...and the earth was without form and void, and darkness was upon the face of the deep."

Una amiga muy estimada me recomendó iniciar un blogg, quizá como una forma de ventilarme (o tal vez porque ya se cansó de escucharme lloriquear, que es lo más probable) o como una forma de ejercitar la mente.

Podrán saber de mí con cierta frecuencia, pues sólo así sabrán que sigo con vida.