Die Schönste Krankheit des Weltalles

Mr. Murphy Says It Better

Acknowledgements

sábado, 27 de febrero de 2010

Superb

Por primera vez en la vida alguien que no es de mi familia me dijo que debería valorarme más a mí mismo. Me dijeron que soy refinado, especial, incluso elitista. Que se requiere paciencia para llegar a conocerme y eso es algo que la mayoría de las personas carece. Yo no permito que todo el mundo me conozca porque no todo el mundo me interesa. Recuerdo que aún con mis amigos fui así al inicio, tardé en querer darme a conocer pero funcionó mientras fue posible. Pero siempre aplico esa regla con todo el mundo. No puedo evitarlo. Necesito acostumbrarme primero a la presencia del otro y después, si las circunstancias y la convivencia ofrecen posibilidades positivas, el resultado es una amistad duradera.

El que sea elitista no significa que mi autoestima sea elevada. Parece que no creo en mí mismo después de todo. Esta persona también me dijo que me falta soberbia porque, de acuerdo con su opinión, tengo todos los recursos no sólo para ser elitista, sino también soberbio, orgulloso de mí mismo. Quizá eso mejoraría muchos aspectos de mi vida de no ser porque no encuentro muchos elementos por los cuales deba sentir orgullo. Es increíble cómo un vacío puede anular las cosas de las que podría hacer uso. Honestamente no siento orgullo de ellas porque para mí son inherentes pero que los demás carecen. Tengo talento para ciertas cosas y algunas personas desearían al menos la mitad del mismo, porque para ellos es difícil. Pero cuando pienso en mis vacíos todo se desmorona y ya no siento orgullo de nada. Quedo como al inicio y nada puede moverme de esa postura.

Cabe mencionar que esto me lo dijo una muy buena amiga. Realmente aprecio su opinión pero tengo la impresión de que la amistad, y el alcohol que hubo de por medio, influyeron de cierta forma en el contenido de su mensaje. Soy elitista, pero no me da la gana arriesgarme por muchas cosas que echo en falta con frecuencia. Soy demasiado orgulloso como para exponerme por ellas; en realidad mi orgullo desaparece cuando pienso en mis faltas, los medios que alimentan el impulso de arriesgarme por algo se esfuma.

Para algunas cosas se requieren dosis de soberbia, pero no tengo idea de cómo cultivarla.

viernes, 26 de febrero de 2010

Shine

Luna comes around once in a while and, out of the blue, everybody feels somehow weird. I can't help but staring at her as though my first love has come into scene after a long time of longing for her. It seems the weeks of waiting have already paid off and I just can't stop looking at her. I must wait standing there for ages. I feel as if I could face her and, beneath the mild light of her eyes, make a wish and hope she will grant me any request.

Luna eases any sort of pain by clearing the blindness I could undergo due to a burning sunshine overdose. Her cool aura lets me know that everything is going to get better as long as I look outside. It seems I don't need to tell her anything, she just knows where it hurts. Luna's just there for me and nothing else matters anymore. She watches me pour friendly water to soothe my longing and gives no sign of disapproval; she knows I can't fall asleep tonight and opens her arms to hold me and watch my sleep. I feel she understands this is just the beginning of nothing, and she knows that nothing ever changes.

Luna drifts far above my head and puts everything to change into new shapes. She comes along and never demands any sort of apology. Luna knows she must give comfort and willingly fulfills this task. Her pale face can't bear any disgust gesture at anyone beneath her presence, for one of the things I love of her the most is the infinite compassion with which she would save me from anything, albeit she is aware of how much I could hate life. Luna's halo brings deliverance to anyone who face her and beg for it.

I can always count on Luna's support.

domingo, 21 de febrero de 2010

Drag

La semana no terminó como me hubiera gustado. Ayer, en plena caminata por el centro despuñés de haber ido a comprar una memoria para mi PC comencé a detectar fallas en el audio del Ipod. Al principio pensé que fueron los audífonos y, al llegar a casa hice pruebas para comprobar mi diagnóstico. Para mi desgracia no fueron los audífonos, sino el jack del Ipod. Conecté el cable de audio del estereo para confirmar el problema. El Ipod tiene una falla y tendré que arreglarlo. Por desgracia la garantía expiróa hace poco más de dos meses y cualquier compostura tendrá que financiarla con mi dinero (sí! con mi dinero).

En la tarde llamé a los centros de servicio autorizados y pude constatar que las composturas para este tipo de aparatos es muy cara, y no es que no tenga el dinero para pagarlo --pues no trabajo por nada-- sino que ese dinero preferiría gastarlo en otra cosa. Por otro lado, no puedo dejar pasar el tiempo sin arreglar mi aparato. Me acompaña a todas partes. En cierta forma es el único que no me abandona aún en los momentos en los que siento que las cosas son difíciles. Al contrario, gracias a él logro olvidar un poco lo que me molesta. Lo he moldeado a mis propias necesidades y no puedo desecharlo tan fácilmente. Mañana lo llevaré a reparar; no me queda más remedio que desembolsar el dinero. Por desgracia no puedo evitar maldecir de vez en cuando al esclavo chino que lo ensambló de manera descuidada, porque no es mi culpa que el jack se haya dañado. Soy muy cuidadoso con ese tipo de objetos. Tardé mucho tiempo en hacerme de los medios para obtener uno. Desde mediados de mi estadía en la universidad quise obtener uno pero no tenía dinero ni tiempo para ganarlo. Numerosas veces vi a mis compañeros disfrutar de los beneficios que proporciona la posesión de un reproductor portátil de audio de dichas magnitudes. Y qué decir de mis últimos días de estudiante: mi moral estaba tan decaída que lo único que deseaba era tener música en mis oídos todo el tiempo para ensordecer los martillazos que la realidad había aplicado en mi mente, sin mencionar que el tiempo pasaría más rápido. Cómo me hizo falta el Ipod en aquellos momentos. Cómo me hubiera gustado lograr aislarme del resto en aquellos días y no pner atención a lo que me provocaba malestar en aquellos días. Estar ahí y no estar. Y ahora que puedo lograrlo, el Ipod falla (Malditos chinos! Si van a envenenar el planeta, al menos envenénenlo haciendo productos de mejor calidad!).

Hace unas horas una chica francesa me comentó que Trent Reznor se había casado y, debido a que logró encontrar el amor, ya no volverá a dar conciertos. Nine Inch Nails ha venido sólo un par de veces a este país y jamás pude asistir a sus conciertos. La razón fue la falta de dinero, aún era estudiante en el primer concierto; en el segundo acababa de terminar la carrera y no tenía dinero. A menos que Mr. Reznor se divorcie, nunca podré ver a NIN en vivo, de acuerdo con la chica francesa.

No me gusta este inicio de año.

domingo, 14 de febrero de 2010

Valentine

Maybe on another day,
Maybe in the afterlife...

martes, 2 de febrero de 2010

Reboot!

Es la primear vez en seis años que formateo mi PC, y la verdad ya era justo y necesario. Las máquinas, al igual que cualquier cosa que tenga cierto nivel de inteligencia, artificial o natural, necesitan descansar, renovarse, para ai prolongar su vida y dar un mejor desempeño de sí mismas.

Logicamente tuve que respaldar los archivos que estaban guardados en el disco principal, por lo que también me tomé la libertad de seleccionar qué archivos disfrutarían de la siguiente generación y cuáles serían eliminados. Ahora que lo pienso, ¿a dónde irá toda esa información una vez que se elimina de un cerebro artificial? ¿En qué se convierte? Las leyes de la física establecen que la materia y la energía no desaparecen, sólo cambian de forma y, por lo tanto, sucede lo mismo con la información almacenada. Esa información, hasta donde sé, consiste en una serie de códigos artificiales creados por impulsos electrónicos que sólo podrían apreciarse con tecnología de punta, sin importar que tan anticuada pueda ser una computadora. En cierta forma son fragmentos materiales.

Lo contrario sucede con la información almacenada en el cerebro humano, i. e. recuerdos. Nadie sabe cómo es que un órgano que consiste en su mayoría en tejido bastante adiposo logra almacenar tantas experiencias y emplearlas para futuras ocasiones. Salvo en algunos casos en los que la memoria no es lo suficientemente sofisticada como para conservar lo más esencial. Se puede formatear una computadora para que ésta comience de cero y funcione mejor, pero un ser humano no posee esa ventaja; la mayoría de las veces almacena información que no vale la pena resguardar, como el spam, o que daña severamente su funcionamiento, como un recuerdo amargo bastante virulento.

Muchos creen que al iniciar una nueva vida en un lugar muy lejano se alcanzará el maravilloso sueño de comenzar desde cero, pero nuestros sofisticados cerebros y su grandios capacidad de memoria nos condenará a reproducir gran parte de nuestros recuerdos, dentro de sí mismos. Como sí el huir de un lugar nos ayudara a huir de nosotros mimsos. El sueño de muchos de nosostros es poder borrar de nuestra mente todo aquello que nos daña o que no nos sirve y empezar de nuevo. Pero no hay forma segura de eliminar los recuerdos sin correr el riesgo de sufrir un severo daño cerebral y olvidar nuestros propios nombres e incluso las funciones vitales más básicas (el cerebro regula todas las funciones orgánicas). El cerebro nos mantiene con vida, y también nos hace detestarla de vez en cuando.

Still Life



Lyrics: Joakim Montelius