Die Schönste Krankheit des Weltalles

Mr. Murphy Says It Better

Acknowledgements

domingo, 21 de febrero de 2010

Drag

La semana no terminó como me hubiera gustado. Ayer, en plena caminata por el centro despuñés de haber ido a comprar una memoria para mi PC comencé a detectar fallas en el audio del Ipod. Al principio pensé que fueron los audífonos y, al llegar a casa hice pruebas para comprobar mi diagnóstico. Para mi desgracia no fueron los audífonos, sino el jack del Ipod. Conecté el cable de audio del estereo para confirmar el problema. El Ipod tiene una falla y tendré que arreglarlo. Por desgracia la garantía expiróa hace poco más de dos meses y cualquier compostura tendrá que financiarla con mi dinero (sí! con mi dinero).

En la tarde llamé a los centros de servicio autorizados y pude constatar que las composturas para este tipo de aparatos es muy cara, y no es que no tenga el dinero para pagarlo --pues no trabajo por nada-- sino que ese dinero preferiría gastarlo en otra cosa. Por otro lado, no puedo dejar pasar el tiempo sin arreglar mi aparato. Me acompaña a todas partes. En cierta forma es el único que no me abandona aún en los momentos en los que siento que las cosas son difíciles. Al contrario, gracias a él logro olvidar un poco lo que me molesta. Lo he moldeado a mis propias necesidades y no puedo desecharlo tan fácilmente. Mañana lo llevaré a reparar; no me queda más remedio que desembolsar el dinero. Por desgracia no puedo evitar maldecir de vez en cuando al esclavo chino que lo ensambló de manera descuidada, porque no es mi culpa que el jack se haya dañado. Soy muy cuidadoso con ese tipo de objetos. Tardé mucho tiempo en hacerme de los medios para obtener uno. Desde mediados de mi estadía en la universidad quise obtener uno pero no tenía dinero ni tiempo para ganarlo. Numerosas veces vi a mis compañeros disfrutar de los beneficios que proporciona la posesión de un reproductor portátil de audio de dichas magnitudes. Y qué decir de mis últimos días de estudiante: mi moral estaba tan decaída que lo único que deseaba era tener música en mis oídos todo el tiempo para ensordecer los martillazos que la realidad había aplicado en mi mente, sin mencionar que el tiempo pasaría más rápido. Cómo me hizo falta el Ipod en aquellos momentos. Cómo me hubiera gustado lograr aislarme del resto en aquellos días y no pner atención a lo que me provocaba malestar en aquellos días. Estar ahí y no estar. Y ahora que puedo lograrlo, el Ipod falla (Malditos chinos! Si van a envenenar el planeta, al menos envenénenlo haciendo productos de mejor calidad!).

Hace unas horas una chica francesa me comentó que Trent Reznor se había casado y, debido a que logró encontrar el amor, ya no volverá a dar conciertos. Nine Inch Nails ha venido sólo un par de veces a este país y jamás pude asistir a sus conciertos. La razón fue la falta de dinero, aún era estudiante en el primer concierto; en el segundo acababa de terminar la carrera y no tenía dinero. A menos que Mr. Reznor se divorcie, nunca podré ver a NIN en vivo, de acuerdo con la chica francesa.

No me gusta este inicio de año.

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Still Life



Lyrics: Joakim Montelius