Die Schönste Krankheit des Weltalles

Mr. Murphy Says It Better

Acknowledgements

domingo, 11 de julio de 2010

The End

En este día se llevó a cabo el partido final de la Copa Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. Hace dos semanas, y contrario a mis expectativas, Argentina fue terriblemente vapuleada por la máquina alemana, sin siquiera tener la mínima oportunidad, pero ese mismo día España obtuvo su pase a semifinales, por lo que ambas selecciones victoriosas se enfrentarían en los siguientes días. Uruguay, el así llamado "caballo negro" de este campeonato, llegó más lejos de lo que muchos huberan creído, dando uno de los mejores partidos contra Ghana. Por desgracia la televisión de paga fue la única con la exclusiva de dicho juego y sólo se pudieron ver los momentos más dramáticos. Días después, Brasil, el último de los campeones que quedaban, fue eliminado por Holanda, acabando con las esperanzas de millones de personas y teniendo que dejar la promesa de un mejor futuro. Sólo cuatro equipos lograron llegar a semifinales: Uruguay contra Holanda; España contra Alemania.

Diego Forlán no ha sido considerado como el mejor jugador del mundial sólo por su presencia. En todos sus partidos, excepto con Francia, logró anotar goles magistrales que sólo los grandes logran hacer. Su visión y efectividad son únicas y, si hay justicia en este mundo, serán reconocidas y conservadas para el goce de las futuras generaciones. Además fue complementado por jugadores como Suárez y Lugano, los cuales dieron su mejor esfuerzo en cada juego. No obstante, la Naranja Mecánica (el nombre aplicado a la escuadra holandesa, muy a pesar de Mr. Anthony Burgess) honró la herencia que fue creada hace casi cuarenta años y venció a los sudamericanos. Pero no les fue nada fácil, pues los charrúas ya habían llegado demasiado lejos como para irse cabizbajos, logrando obtener el más que digno resultado de 3-2, favor Holanda (aunque si hubieran habido tan sólo unos cuantos minutos más, Uruguay hubiera logrado el empate) Sneijder y Robben lograron concretar resultados y demostraron un nivel demasiado alto, por lo que el siguiente rival tendría que ir con cuidado. Un día después la Furia Roja se enfrentaría a Alemania, aunque los pronósticos se inclinaban más por la última, dados los antecedentes de juegos atrás. España debutó como el favorito a ganar pero tuvo mala suerte con Suiza, y sus juegos posteriores los ganó con una diferencia mínima de goles. No obstante, España logró hacer lo que Argentina (y odio reconocerlo) no hizo hace dos semanas: sofocó a Alemania desde el principio, tuvo mayor posesión del balón durante su juego y defendió su meta con mayor efectividad. Incluso Maradona lo ha dicho: para ganarle a los alemanes tienes que matarlos--y vale la pena hacer referencia al chiste de la Segunda Guerra Mundial, esperar tres meses a que apesten, porque son capaces de revivir, dar más batalla y voltear las circunstancias a su favor. Ésa es la virtud de los futbolistas alemanes, pero España tuvo una ventaja no menos importante, el respaldo varios elementos de la plantilla del FC Barcelona como Iniesta, Puyol, Piqué, Xavi. Del Bosque analizó el esquema del club catalán y vio en él una estrategia superior. Klose, Lahm, Podolski, Schweinsteiger, son atletas muy fuertes e imparables, pero su esquema de juego es lineal, y quizá carezca de creatividad si se le compara con el de los argentinos o el de los italianos. No obstante, esa falta de ingenio la compensan por una determinación única, razón por la cual ellos sí llegaron a las últimas rondas y los otros dos no. Durante el partido los alemanes se aferraron a las pocas oportunidades que tuvieron, poniendo a temblar a más de uno con sus tiros al arco. Ésa era otra de las ventajas de la selección de Löw, cosa opuesta en los españoles, que querían entrar a la portería con todo y guardameta. Para fortuna de España, Casillas defendió su puesto mejor que nunca, por lo que él fue el héroe del día. Los minutos pasaban y todo amenazaba en un desenlace de prórrogas (las más temidas por los futbolistas), y no había ninguna anotación. Puyol, el mejor defensa de estos tiempos, se decidió a eliminar el vacío en el marcador al saltar y rematar un tiro de esquina a favor. Fue el único gol del juego. Si dejan que los alemanes tomen las riendas del partido, nunca las dejan ir, pero España decidió sostenerlas con más fuerza, aunque dejó pasar numerosas oportunidades de anotación. Aún en los últimos minutos, Lahm y compañía no dejaron de intentarlo. Nadie esperaba este resultado pero, una vez más, los teutones serían enviados a jugar por el tercer lugar.

Cabe mencionar el fenómeno masivo en el que se convirtió Paul, ese simpático cefalópodo que predecía los resultados de los juegos en los que Alemania participaba. Hay numerosas explicaciones sobre los criterios de selección del pulpo, pues los especialistas afirman que los estos animales pueden distinguir ciertas formas y diseños, por lo que la toma de ciertas decisiones es simplemente aleatoria. Dicen que los pulpos tienen siete cerebros y cinco corazones, por lo que poseen uno de los niveles de inteligencia más elevados del reino animal. Pero ninguna de sus predicciones falló. Todos los equipos que escogió ganaron sus juegos. Paul vaticinó la derrota de Alemania frente a España, y recibió amenazas de muerte cuando ésto sucedió. De hecho, él predijo con suma precisión todas sus victorias y derrotas. Días antes de los dos últimos partidos, Paul dijo que Alemania ganaría frente a Uruguay, pero que España ganaría ante Holanda. Nadie sabe con exactitud qué pasa por la mente de un ser, y menos se sabrá que pasará por las nueve mentes de un pulpo, o cómo ven las cosas.

Y las predicciones de Paul resultaron ciertas. Alemania resultó ganadora ante Uruguay, la cual jamás se rindió, dando un marcador igual al partido anterior con Holanda. Las jóvenes promesas de ambas selecciones darán mucho de qué hablar. El marcador final fue 3-2, favor Alemania. Pero Forlán et al dieron un juego inolvidable, ganándose el respeto del mundo. El siguiente juego sería algo nuevo, pues nunca antes España había llegado tan lejos en un campeonato de talla mundial, y Holanda ya ha estado ahí antes, pero nunca ha logrado campeonar. España tenía que olvidar su actitud de perdonavidas y mostrarse con mayor decisión si quería establecer su dominio, pues Robben, Sneijder y Van Persie jamás tuvieron compasión del oponente. A diferencia de sus partidos previos, la selección holandesa mostró una actitud más que ruda, la cual hubiera sido perfecta si hubiera sido el campeonato mundial de rugby. Hubo más golpes y patadas que en ninguno de sus otros partidos, algo que el árbitro observó de manera bastante tibia. Xabi Alonso recibió una patada en el pecho por parte de De Jong y, considerando la estatura del jugador del Real Madrid, la intención del holandés era muy clara, por lo cual debió haber sido expulsado ipso facto. España comenzó a caer en este mismo juego, pero la Naranja Mecánica olvidó su herencia para convertirse en un torpe bulldozer que destruye todo, aunque en algunos momentos Sneijder y Robben dieron motivos para estremecerse, pero Puyol y Casillas frustraron los intentos. Anteriormente David Villa se caracterizó por las anotaciones contra Honduras y Chile, pero esta vez no tuvo el mismo toque. Por más que intentó no logró concretar, y lo mismo sucedió con Sergio Ramos. Andrés Iniesta tuvo varios repuntes, pero la defensa naranja entraba a escena y truncaban los intentos. Tras una larga serie de golpes, jugadas fallidas, amenazas de gol y numerosas amonestaciones finalizaron los noventa minutos reglamentarios, por lo que llegaron los temidos tiempos extras. El primero fue un poco más de pan con lo mismo, con excepción de la expulsión de Heitinga, pero en el segundo Iniesta tuvo mayor presencia en la cancha. Él fue quien se acercó a la meta holandesa y tuvo que sufrir los numerosos embates de la defensa contraria. No fue sino hasta la mitad del segundo tiempo extra en el que una compleja jugada le dio al Fantasmita la oportunidad de anotar el primer gol, marcando una rotunda ventaja sobre la selección naranja. Los atónitos holandeses no podían creer lo que veían y reclamaron de inmediato, lo cual desencadenó una serie de amonestaciones. Parece que la naranja mecánica sí era de carne y hueso, por lo que perdió el control de su juego característico. Los minutos pasaron y el árbitro anunció el primer campeonato de España en toda su historia futbolística. Una vez más, Holanda estuvo tan lejos y tan cerca. A España le bastó sólo un partido de final para alcanzar el campeonato.

Como ya escribí antes, los jugadores del FC Barcelona fueron decisivos para alcanzar esta etapa, y todo barcelonista sabe que el legendario Johann Cruyff, uno de los principales responsables de darle al fútbol la forma que conocemos hoy en día, dejó una gran influencia en dicho club durante su estadía como entrenador. Los esquemas del mejor club del mundo tienen su orígen en la original Naranja Mecánica de los 70s, y su herencia marcó el triunfo español de este día. La historia no siempre hace justicia a quien lo merece, pues Holanda ha estado más veces a punto de campeonar, pero todo el mundo sabe que las personas modifican las circunstancias que se convertirán en posteridad, y Holanda no merecía ganar. España logró apegarse un poco más a las reglas y aprovechó las circunstancias. De cualquier forma, habría un nuevo campeón mundial. Ahora sólo queda esperar cuatro años más para ver si surge una nueva maravilla o si España (o alguno de los demás campeones) puede repetir la hazaña de hoy.

No sé si podré soportar la cruda despues de la fiesta.

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Lyrics: Joakim Montelius