Die Schönste Krankheit des Weltalles

Mr. Murphy Says It Better

Acknowledgements

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Stonehenge and the Planet of the Apes

Durante mi etapa pre Saint Seiya y Los Simpson, las caricaturas que veía en la tele tenían estructuras y niveles de lectura bastante elementales. Claro que cuando eramos niños realmente eso no nos importaba, sólo queríamos entretenernos. Poco más de una década después los creadores tuvieron ideas más originales. Tal vez suene descabellado, pero quizá Los Simpson y Ren & Stimpy marcaron las tendencias de finales de los noventas. Tal es el caso de Bob Esponja.

Lejos de ser una caricatura simplona, Bob Esponja posee multiples niveles de apreciación. A todas luces, dicho programa se basa en el "humor de lo absurdo"--estoy seguro que la obra de Harold Pinter influyó mucho en los guionistas. Bien podría tomarse como un objeto de estudios posmodernos, pues estas divertidas historias no tienen moraleja alguna. Ninguna está forzada a tener un sentido, como solían tenerlo hace veinte años. También pueden apreciarse numerosas sátiras del mundo occidental. Pero lo que predomina en el ambiente de Bob Esponja es lo absurdo, cosas que sólo podrías imaginarte en un viaje con ácido (citando a Alvaro y a María). Un aspecto bastante sobresaliente es que esta serie toma numerosos préstamos a la cultura pop--fenómeno posmoderno por antonomasia. En un episodio encontré una referencia de Reservoir Dogs, en otro David Bowie prestó su voz como invitado especial, Pantera hizo la música de fondo para otro capítulo, se dieron el lujo de tomar prestada la imágen de Max Schreck en Nosferatu... hasta en la película hacen referencia a Homero (el poeta griego). Las historias--que no pasan de los quince minutos--son muy divertidas, en apariencia simples, pero el equipo de Nickelodeon siempre se encarga de hacer que valgan la pena a través de efectos gráficos y desenlaces chuscos y sin sentido. La parafernalia de cada episodio es digna de una película de Terry Gilliam.

Sin embargo, el episodio más sobresaliente que vi hoy se llamó "Spongehenge" ("Esponja célta" en español). Es un día con muchas ventiscas, y Bob Esponja se encuentra acosado por las medusas porque el viento pasa a través de los poros de su cuerpo y hacen música. Ni siquiera en el trabajo lo dejan en paz. Así que decide salir de la ciudad para causar menos problemas y encontrar una solución. Finalmente decide construir unas enormes estatuas que tienen su apariencia y los mismos poros, para librarse de las medusas. Así logra hacer una réplica exacta de los monolitos de Stonehenge. Cuando termina, la música de fondo cambia completamente y se escuchan flautas celtas, la ropa de Bob Esponja se ve muy gastada y tiene la barba y el cabello muy largos. "Me pregunto cuánto tiempo habrá pasado", dice, "espero no haber tardado demasiado". Cuando regresa a la ciudad todo se encuentra cubierto de arena. Bob se asombra demasiado y cree estar en otro mundo hasta que llega al los restos del Crustáceo Cascarudo, enterrado por la arena. Bob Esponja se colapsa y se lamenta de igual forma en que lo hizo Charlton Heston cuando vio la Estatua de la Libertad destruída casi en su totalidad en el final de El Planeta de los Simios. Quizá podría interpretarse como una alegoría: el ideal norteamericano (la Estatua de la Libertad) ahora es--o ha sido desde siempre--el modelo económico de EUA--el Crustáceo Cascarudo. Pero esto lo dejo al criterio de los demás.

Bob Esponja puede hacer feliz tanto a un niño (las nuevas generaciones son más listas que las anteriores) como a un graduado de letras inglesas (¡YO!).

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Still Life



Lyrics: Joakim Montelius