Die Schönste Krankheit des Weltalles

Mr. Murphy Says It Better

Acknowledgements

miércoles, 18 de febrero de 2009

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La naturaleza del vacío puede parecer bastante sospechosa. Recuerdo que, durante mis días de estudiante, escribí un ensayo sobre los vacíos en Julius Caesar, cuyo argumento consistió en un análisis de las numerosas omisiones y elipsis en la obra, las cuales sugerían la creación de escenas alternativas, actuaciones en backstage que provocaban saltos en las secuencias de las acciones. Supongo que al profesor no le pareció tan mala la idea, pues pasé su asignatura, pero eso ya es historia (no obstante, es gratificante recordar esas pequeñas victorias secretas). En síntesis, el vacío ofrece numerosas posibilidades gracias a su enorme potencial. En él pueden relegarse las cosas que, aparentemente, no son tan necesarias. Pero, si éstas se mandan al olvido es porque, si no las ven, entonces alguien (dependiendo de su nivel de perspicacia) va a preguntar por ellas. Esto produce efectos contundentes. Pero para descubrirlos uno debe ver lo obvio, lo que siempre está ahí y que uno olvida. La mejor forma de esconder algo es poniéndolo a la vista de todos--o en este caso, ocultando lo obvio, pues casi nadie se da cuenta de que se ha ido, pues dan por hecho que siempre va a estar ahí.

Sin embargo, la naturaleza del vacío puede incluso parecer contradictoria. Ya dije que el vacío es enorme y, lejos del campo literario, puede adquirir formas no tan agradables. Los bizantinos sentían una terrible fobia por él, de ahí que sus catedrales estuvieran abundantemente decoradas, sin perder jamás el buen gusto y el estilo (cosa que el arte religioso Hispanoamericano del siglo XVI jamás ha logrado alcanzar). (El vacío) Siempre ha sido sinónimo de molestia; hasta podría confundirse con la necesidad. No obstante, al cubrir algunas necesidades (llenar vacíos) surgen otras nuevas (más vacíos): cuando se compra una computadora surge la necesidad de conseguir otros aditamentos para poder explotar su potencial (conexión a internet, tarjetas de memoria, discos duros externos, antivirus, actualizaciones, etc). Esto ha logrado echar a andar las economías (desde la más fuerte hasta la más miserable) de todo el mundo desde hace mucho tiempo. El vacío, por lo tanto, provoca numerosas reacciones. Más bien mueve al mundo.

¿Cómo es que algo que no existe provoque tantas cosas? Una de las interrogantes de mi ensayo fue "si el vacío no existe, entonces, ¿cómo es que puede contener otras realidades?" Si no existe, entonces nadie debió haberse molestado en bautizarlo. Pero, el punto es que el vacío sí existe. Siempre está ahí para recordarle a uno que jamás podrá satisfacer sus necesidades, sin importar el tipo de éstas, a menos que uno logre alcanzar un estado zen totalmente ortodoxo. Pero eso es casi imposible. El vacío es un acompañante por defecto. Normalmente es endógeno (desde la más simple sensación de hambre hasta cualquier procedimiento quirúrgico cuya terminación sea "ectomía"), y otras veces es tan endógeno que se manifiesta y se convierte en una carga que crece con el paso del tiempo y termina por hundir en la miseria al infeliz que lo lleve en el corazón. A pesar de que el vacío está adentro, éste logra desdoblarse al exterior para hacer sentir que, de un momento a otro, aplastará al portador de inmediato o, si no sucede ipso facto, su peso lo hará desmoronarse con el paso del tiempo.

¿Cómo es que algo tan abstracto puede ser tan pesado?

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Lyrics: Joakim Montelius