Die Schönste Krankheit des Weltalles

Mr. Murphy Says It Better

Acknowledgements

jueves, 8 de mayo de 2008

A Place for Me to Dream

Desde hace mucho tiempo había deseado esto. Creí que jamás volvería a suceder, pero parece que Dios (o el Destino, o lo que sea que me arrastre por la vida como el más inútil y patético muñeco de trapo) ha decidido ser un poco compasivo conmigo, darme un ligero respiro después de una prolongada sensación producida por la casi aplastante soledad crónica. La razón: descubrí que no perdí la capacidad de soñar con algo bello. Ésta había quedado, aparentemente, guardada en un contenedor impenetrable y arrojada en el más profundo abismo sin fondo que es mi subconsciente. Es maravilloso descubrir cómo algo que se creía perdido desde hace tres años ha vuelto a aparecer. Si bien no duró más que unos cuantos minutos, fueron los mejores que he tenido en siete meses (si les sorprende la cronología exacta, seguro sabrán que, durante los peores momentos, los días y los meses son una materia pesada y cuantificable).

No obstante, no soñé con algo que yo hubiera querido, o con quien me gustaría mucho que volviera a mi vida --algunos ya saben quién es ella, así que no necesito decir más--, sino que (en mi dulce sueño) apareció una chica a quien jamás he visto en toda mi vida. Es la primera vez que me pasa y, por lo tanto, este suceso quedará registrado por mucho tiempo. Los sueños, generalmente, son divas herméticas que jamás permitirán que le echemos un vistazo a su naturaleza más íntima y misteriosa. De ahí que no logre entender por qué he soñado con una chica rubia que me gustó mucho, dado que las rubias no son mis favoritas. Otro dato curioso es que durante el viaje onírico (qué no pareció ni tan desordenado ni incoherente como una película de Luis Buñuel) es que me topé con ella en algo relacionado con la super banda Joy Division (!?). Lo más memorable fue que, al mirarnos mutuamente, tuvimos la genial sensación (que espero sentir dentro de poco, sólo falta encontrar con quién) de que nuestra búsqueda había terminado finalmente. Debe ser genial encontrar a alguien que te confiese que eres lo que más había deseado desde hace mucho tiempo y que esperaba tu llegada a su vida con mucha emoción. Ella me abrazó de inmediato --y no pensé que tuviera tanta fuerza, para ser una chica de apariencia mas bien frágil. Yo no pude evitar corresponderle de igual forma, pues me fue imposible no enamorarme de ella.

Finalmente tuve que despertar, pero no lo hice con ese usual y terrible sentimiento de querer dormir por siempre. Ni siquiera tuve ganas de maldecir mi destino. Por fin pude encontrar a alguien, por lo menos en mis sueños, y eso es lo que importa. En cierta forma, yo gané esta vez.

No hay comentarios:

Still Life



Lyrics: Joakim Montelius