Die Schönste Krankheit des Weltalles

Mr. Murphy Says It Better

Acknowledgements

domingo, 24 de agosto de 2008

There Was Once a Boy Named Pierre...

No será fácil. Todo lo opuesto. Nada ni nadie me garantiza que obtendré el éxito que busco, pero cualquier cosa es mejor que esto. Hay cosas por las cuales no merece la pena preocuparse ni mucho menos entristecerse, por lo que la indiferencia ante ellas es el mejor antídoto. Será mejor guardar energías para cuando de verdad se necesiten, para cuando de verdad valga la pena. Porque seguramente llegarán, aunque no se sabe con certeza. Uno nunca sabe cuándo vendrá el momento indicado, por lo tanto, uno debe estar preparado para él.

Pero no es fácil tratar con la indiferencia, pues es cínica, incómoda y políticamente incorrecta. Uno tendría que llegar a ser inmune ante casi cualquier cosa. Los sentimientos tendrían que eliminarse pues, de otra forma, todo sería causa de pena o dolor. Mas no pienso que uno deba ser indiferente a la pena ajena, o al menos a la de las personas cercanas. Esto implica cierta represión del yo, pues es en él donde nacen todas las necesidades. Con frecuencia el yo enfatiza trivialidades y accidentes. Sólo suceden; el que estén ya predestinados o no ya no está al alcance de uno. Y, si dicho mecanismo nos afecta variadamente pero se encuentra tan lejos, ¿por qué debemos en consecuencia preocuparnos por él? No se puede hacer nada, de todas formas.

No hay comentarios:

Still Life



Lyrics: Joakim Montelius