Die Schönste Krankheit des Weltalles

Mr. Murphy Says It Better

Acknowledgements

domingo, 21 de diciembre de 2008

Death Rock Christmas Eve

Aún si todo apunta a lo contrario, sí, si creo en Dios. Pero no de la forma que todos esperarían. En mi visión de las cosas--influída por experiencia propia--Dios posee un humor bastante sutil y negro, el cual se ve sombreado por dósis industriales de teatro del absurdo. Por lo tanto, nada está obligado a tener propósito alguno. Llámenme simplista, pero esta es la forma más fácil de lidiar con casi todo lo que sucede en la vida. Él decidió escribir nuestros destinos en base con una serie de accidentes y coincidencias sin lógica alguna. En fin...

Lo malo del asunto es que el cumpleaños de Jesús sucede, al menos en esta zona del mundo, en la época del año en la que el cerebro presenta el índice más elevado de producción de melatonina. De ahí que nuestra moral y estado de ánimo desciendan, por lo general, dramáticamente. No conformes, el infierno se desata y todo el mundo se vuelve imbécil: gasta dinero que no tiene, abarrota las calles y las tiendas, emprende odiseas suicidas para conseguir alimentos disponibles sólo una vez al año. (¡¡¡Maldito país de campesinos!!! una de las pocas sidras que valía la pena ya no se encuentra en ninguna tienda, y sí, era española, muy buena y tenía precio bastante razonable. Las demás son una basca). Realmente no es culpa de la Navidad, sino de los idiotas que se encargan de convertirla en una festividad insufrible. Y como dijo el buen Barney Gómez: "Jesús debe estar revolcándose en su tumba".

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Still Life



Lyrics: Joakim Montelius